Metas, propósitos, esperanzas y demás rondan en nuestra cabeza. Al unísono decidimos que es momento de comenzar de nuevo, de darle vuelta a la página y de tener un libro en blanco por delante que escribir. Pero al mover la pluma notamos su inercia. No se ha dado cuenta de que es año nuevo y sigue trazando las mismas líneas. Dos días y la costumbre arrebata la novedad... pero cada respirar es momento de volver a comenzar. A la pluma eso hay que enseñarle, que nunca es tarde y que siempre es hoy.
Ah mira¡ Ando de chismoso y ya tope tu blog. Vientos. Publícale más. que la poesía se mueva con el calor esmerilado.
ResponderEliminarque chido verte en estos espacios :) ... andemos publicando pues !!
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